sábado, 22 de octubre de 2011

Rincón de lectura: La soledad de los números primos




El autor:




La prosa de Paolo Giordano está hecha de pequeñas frases, de pequeños dibujos, como un cocinero que introduce ingredientes bien elegidos y en una cantidad determinada para acabar configurando su plato. Del mismo modo, su relato se construye a través de una serie de sucesos concretos. No es el fluir de la vida lo que nos enseña, sino sólo la sucesión de determinados episodios durante los que ese río se retuerce en meandros y cambia de rumbo. Esos momentos en que pequeñas decisiones, que tomamos en segundos, cambian el rumbo de nuestra vida y, con ello, nuestra forma de sentirla y de sentir nuestro papel en ella. 
Extraído de la revista Numeros.





El libro:

Mattia pensaba que Alice y él eran así, dos primos gemelos, solos y perdidos, juntos pero no lo bastante para tocarse de verdad.» 
Esta bella metáfora es la clave de la dolorosa y conmovedora historia de Alice y Mattia. Una mañana fría, de niebla espesa, Alice sufre un grave accidente de esquí.  Si la firmeza y madurez con que este joven autor desarrolla el tono narrativo impresiona y sorprende, no menos admirable es su valor es su valor para asomarse sin complejos, nada más y nada menos, a la esencia de la soledad. Cuando la mirada de lo racional , lo lógico se posa sin miedo en el terreno de las emociones surgen bellas maneras, extrañas y cautivadoras, de explicarnos y sentirnos. 


Los números primos sólo son exactamente divisibles por 1 y por sí mismos. Ocupan su sitio en la infinita serie de los numeros naturales.Son números solitarios, sospechosos, y por eso encantaban a Mattia, que unas veces pensaba que en esa serie figuraban por error.
El primer curso de la Universidad había estudiado ciertos números primos más especiales que el resto, y a los que los matemáticos llaman primos gemelos: son parejas de primos sucesivos, o mejor, casi sucesivos ya que entre ellos siempre hay un número que les impide ir realmente unidos, como el 11 y el 13, el 17 y el 19, el 41 y el 43. Mattia pensaba que él y Alice eran éso, dos primos gemelos solos y perdidos, próximos pero nunca juntos. A ella no se lo había dicho. Cuando se imaginaba confiándole cosas así, la fina capa de sudor que cubría sus manos se evaporaba y durante los siguientes diez minutos era incapaz de tocar nada.

La soledad de los números primos. Paolo Giordano-
Publicaciones y Ediciones Salamandra S.A, 2009


Con la novela La soledad de los números primos, ganó en 2008 el Premio Campiello a la mejor Opera Prima, el Premio Fiesole Narrativa Under 40 y el Premio Strega; a sus 26 años es el escritor más joven que ha ganado este último reconocimiento literario. Según Tuttolibri, el suplemento cultural del diario La Stampa, es el libro más vendido en italia en 2008, con más de un millón de copias.


Un saludo solitario.